Louie Psihoyos, experimentado fotógrafo de la National Geographic, entra con el pie derecho al mundo cinematográfico en un terreno ya conocido pero al que dota de una nueva perspectiva, tomando como punto de partida un tema polémico: la caza ilegal de delfines en el sur de Japón y la posterior venta de su carne -no apta para el consumo humano- en supermercados.
El gran mérito de La caleta es abordar la problemática de una manera que el espectador puede apropiarse y sentir como propia la turbulencia que poco a poco se va revelando de una manera angustiosa y asfixiante. Para ello, Psihoyos no sólo se vale del testimonio de activistas o encuestas a gente común, sino de un trabajo milimétrico comparable con misiones de inteligencia militar para ofrecer una realidad chocante cuyos involucrados se esfuerzan en ocultar.
En esta parte quizás muchos calificarán a este filme de sensacionalista, pero justo aquí es donde el director luce su pericia como fotógrafo, con imágenes cargadas de un dramatismo que no sólo se limita a paisajes desolados, activistas maltratados, cazadores energúmenos o ciudadanos engañados, sino la bárbara matanza de la que son objeto los delfines en lo que se supone es una reserva natural.
De esta manera, La caleta es un triunfo no sólo por el debate que ha generado en Japón, sino por el riesgo de insertar con éxito elementos propios del cine de suspenso y horror para dejar abierta una gama infinita de posibilidades estéticas y narrativas que se pueden aplicar al género. Un documental altamente recomendado.
100% de acuerdo. Un documental que como siempre digo debería verse en todas las casas y escuelas. Su forma narrativa la hace muy accesible!!
ResponderEliminar