Aparte de los fans compulsivos de La Saga Crepúsculo y los románticos(as) empedernidos(as), ¿a alguien más le gustó Crepúsculo y Luna Nueva? Sí, a muy pocos. Y en este grupo no se encuentra quien escribe. Sin embargo, he de reconocer algo: Eclipse, el tercer episodio de la multimillonaria saga, es -con todas sus carencias- el mejor que se ha rodado, aunque esto no necesariamente significa que valga la pena. El mago detrás de este milagro es David Slade, director que hace cinco años se encargó de ponernos los pelos de punta con Niña mala y que decepcionó en 2008 con 30 días de noche. Esta vez se le recibe el encargo de llevar a la pantalla grande Eclipse, episodio en el que sigue la sucesión de miradas, mimos y dudas entre el triángulo amoroso conformado por Bella, el vampiro Edward y el licántropo Jacob, esta vez sazonado por unos misteriosos asesinatos que pondrían en peligro la vida de la doncella y el forzado pacto entre las dos criaturas enemigas en pos de protegerla.
¿Cuál es el gran mérito de Slade? Apostar por dos elementos que tanto Catherine Hardwicke y Chris Weitz olvidaron: la primacía de la acción sobre los dudas sentimentales y el mayor protagonismo de los personajes secundarios.
Tales virtudes, lamentablemente, no nos va a librar de ver a Kristen Stewart mirando al suelo un millón de veces y debatiéndose entre quedarse con el pálido vampiro o con el -literalmente- fogoso lobo; a Taylor Lautner mostrando bíceps, pectorales y abdominales en cada aparición o a Robert Pattinson repitiendo los mismos diálogos que en Crepúsculo y Luna Nueva; pero el ritmo trepidante de esta entrega contribuye a hacer más llevaderos los predecibles giros y debates sentimentales concebidos por Stephenie Meyer y la guionista Melissa Rosenberg.
Hay que reconocer, sin embargo, que existen escenas muy bien logradas que no tienen nada que ver con los protagonistas sino con los secundarios, entre los que se encuentran los flashbacks de Rosalie y Jasper así como la ceremonia de graduación y los orígenes de la enemistad entre licántropos y vampiros. En otro aspectos no encontramos gran cosa: la música es completamente inapropiada en algunas secuencias, los efectos siguen siendo primariosos para tratarse de una millonaria producción y las actuaciones del trío estelar siguen el esquema de telenovela mexicana con su dosis de intriga, coqueteo, chica indecisa, pelea de pretendientes y la risible analogía entre la inmortalidad y la pérdida de la virginidad antes del matrimonio.
En términos cinematográficos, se puede decir que Eclipse es un gran adelanto dentro de la saga, aunque se mantiene en el nivel mediocre de sus dos predecesoras. En pocas palabras, es un reflejo de la patética y desaliñada Bella: indecisa entre quedarse atrapada en un clima de frío espectral o entregarse al calor propiamente humano.
Mi calificación: 3.6 de 10
Agreguemos algunas cosas mi querida rata. Creo que nos han dado de comer el mismo chocolate pero con algunas cosas agregadas. Es como comer el chocolate sublime pero de color blanco, O el sublime pero con una galleta de vainilla abajo. Es solamente una novedad. Yo podría comer sublime toda mi vida sin ostigarme y sin pretender ningún cambio alguno en su composición color o forma. Entonces esta película viene a ser un poco de ese parangón del sublime. Más de lo mismo pero con frases nuevas. El lobo sigue terco en algo que el mismo sabe que no se dará. Y encima le dan al chibolo musculoso, frases mas imposibles y melosas que dan ganas de reirse en su cara de alucinado. Su único argumento es enseñar en cada pose de modelo, sus bien trabajados músculos (cabe mencionar sin necesariamente ser una mariconada). Es tan obvio que tratan de vendernos una nueva estrella, que el mismo vampiro blanquecino dice una frase algo asi como, "este pata no tiene para comprarse un polo". Es tan figureti el pobre lobo que da risa en cada secuencia que sale. Para la segunda parte de la peli es un poco más creíble porque por lo menos el triangulo amoroso tenía cierta excusa de ser. Pero en esta, es la misma torpe y simplona coartada. Un triangulo amoroso que todos saben como va a terminar. Pero hay que decir que si hubo uno escena que salvo esa historia de rivalidad y de saber con quien se quedará la princesa, es aquella escena dentro del la carpa en pleno frío congelado. Creo que esa es la única escena sincera y por lo menos con un dialogo algo interesante. Ambos son honestos en sus sentimientos y ambos tratan de corregir errores y enmendar culpas, y eso, aunque no es creíble, por lo menos sirve como un buen consejo a esta juventud entregada al egoísmo y que solo busca sus propios intereses. Si te gusta un chica caracho, y si eres tan hombrecito, anda donde el otro pretendiente y hablen las cosas a calzón quitao, cosa que es algo poco probable en cualquier cultura, si no me equivoco. Y lo demás, más de los mismo. Lo único en que talvéz esté de acuerdo contigo es que le dan cierto chance a los personajes secundarios y que terminan siendo casi protagonistas, pero a mi parecer, aunque creo que fueron escenas complementarias, me supo más a excusas para pretender ser buena producción, o por lo menos lo mejor de las tres. Por que si nos ponemos a pensar, eso solo decoró el asunto del romance meloso entre el vampíro y la chibola emo.
ResponderEliminarLo que si me atrevo a mencionar y se que talvez no estés de acuerdo conmigo, pero hay que tomar en cuenta el atrevimiento de la escritora de la novela. Tratar de enfatizar valores en una generación tan desordenada como esta es un suceso casi heróico. El hecho de la virginidad aunque suene gracioso y bastante pretérito, la autora se atreve a defender a capa y espada lo que ella cree es lo correcto. Y eso en esta sociedad donde lo malo es bueno y lo bueno es malo, vale la pena respaldarlo. Talvez no es lo más resaltante de la película y para muchos fue algo gracioso (yo soy uno de ellos que se sonrió de forma cachosa) pero creo que es atrevido, denodado, imprudente y digno de un pequeño y timido aplauso de algunos de pensamiento clásico como el mío.
No soy fanático de esta saga, pero creo que esta saga es como el pollo broster que vende una señora en la esquina de mi casa. Ese pollo esta frito en un mar de aceite al igual que las papas. Tiene harta sal y es una de las cosas más ricas que he probado en mi vida. Peor tambien se que si sigo comiendo eso me va a terminar matando o me va a regalar unos 20 kilos más. Pero no puedo dejar de comerlo y tengo buena voluntad, pero simplemente no quiero. Se que me hace daño, pero quiero seguir haciendolo. Asi es la saga crepúsculo para mí. Asi que no importa cuanto daño me haga, estaré sentado con mi esposa viendo el desenlace de la misma. Caballero no más.
Hola espectador, no me hables de pollo. Y tuve suficiente por ayer que no lo quiero ver en toda la semana.
ResponderEliminarSobre la peli, gracias por tus aportes, aunque veo que no nos pondremos de acuerdo con ciertos temas. Quizás mi generación se tomó muy en serio eso de que la virginidad es una cosa medieval.
Concuerdo completamente con el espectador,y solo dire lo que le digo a los demas que me miran con cara de verguenza ajena, cuando les digo que soy fan de la saga de crepusculo : no me importa lo que piensen!. Asi que creo que seguire comiendo pollo broaster rebosado en manteca.
ResponderEliminarY por cierto, como todo en esta sociedad donde la individualidad suele ser lo mas respetado, con respecto a ser virgen es mas bien una decision mas que un requisito en este tiempo.
Rata cuando comentas sobre el origen para leerlo y luego agarrarnos tipo Rocky y Drago en Rocky IV?
ResponderEliminar¿Que te ha pasado mi querido rata? ¿acaso te has perdido en algunas de las alcantarillas de esta podrida ciudad?
ResponderEliminarOjalá no te hayas encontrado con Splinter y te haya puesto a meditar. Porfavor regresa pronto, que tenemos muchas películas para comentar.
Sobre "El origen" te falta mencionar, y sobre "Karate kid" que ojalá no vayas a patear.
Regresa pronto amigo Rata, y y ojalá no hayas comido veneno para rata.