Si bien el argumento es llamativo, su desarrollo se entorpece por las idas y venidas de un guión que brinda más detalles a la infinidad de elementos fantásticos que a sus personajes. Así veremos que la historia de Parnassus y su lucha por no perder a su hija se ven opacadas por el misterio de Tony, el personaje interpretado por cuatro actores, y que a su vez sucumbe ante los escenarios surrealistas que nacen detrás del espejo.
El filme en sí es una sucesión de imágenes que plasman la locura e inacabable creatividad de Gilliam y que, si hacemos una retrospectiva de la obra del realizador, encontraremos que El Imaginario Mundo del Doctor Parnassus podría ser la secuela de la delirante Las Aventuras del Barón Munchausen, película que en términos estéticos es su hermana.
Lo mejor de esta nueva aventura es la presencia de Heath Ledger, actor que seguramente nos estaría regalando buenas interpretaciones si siguiera vivo y que en el metraje es "homenajeado" por Johnny Depp y Colin Farrell (no menciono a Jude Law porque simplemente estaba sobrando). Christopher Plummer en el papel del Doctor Parnassus ofrece una actuación correcta, pero no lo suficientemente fuerte para sobresalir junto al resto del reparto.
De esta manera, El Imaginario Mundo del Doctor Parnassus se erige como un lienzo en el que se pinta un laberinto visualmente exquisito con un recorrido absurdo y caleidoscópico, pero que no tiene armonía con su final demasiado "lógico" y a la vez complaciente. ¿En qué rincón del espejo mágico se perdió el Terry Gilliam de Monthy Python, Brazil y 12 monos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario