La culpa la tiene Matrix. Después de que Neo esquivara balas en cámara lenta, la mayoría de películas de acción han hecho uso del artificio. Y ahora eso no pasa sólo con las balas, sino también con cuchillos y otro tipo de armas que puedan lanzarse al contrincante. Lara Croft y los Ángeles de Charlie pueden dar fe de que el truco funciona.
No importa que hayan sido entrenados por el ser más perverso de la galaxia y que usen metralletas, bazucas, revólveres: nunca lograrán borrar del mapa al héroe. Pero si por obra y gracia del guionista alguno de los chicos malos logra alcanzar su objetivo, sucederá lo que describo a continuación.
Porque si hay algo que diferencia al héroe del villano, es que el héroe tiene todo a su favor, incluso a la misma suerte. Un platito de metal o una ciruela seca en el bolsillo pueden impedir que los malvados logren sus perversos planes.
Algunos buenos realmente la pasan mal, sobre todo aquellos que tienen algún arma y están a punto de ser víctimas de asesinos en serie, zombies, extraterrestres o hambrientas alimañas. Cuando parezca que el disparo ha vencido al verdugo, éste se levantará y su víctima se dará cuenta de que le espera una muerte segura porque se quedó sin una sola bala. Y si el personaje aún tiene balas, será acorralado a tal punto que ya no podrá moverse y no tendrá más salida que entregarse a la muerte.
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