martes, 11 de mayo de 2010

Cuatro razones por las que no vale la pena ver una película en 3D

Después del éxito en la taquilla de Avatar y Alicia en el País de las Maravillas, la mayoría de estudios hollywoodenses quieren estrenar sus películas -sobre todo de acción, terror y animadas- en 3D. Salvo que no lleguen en la versión tradicional, esta Rata no irá a verlas por las siguientes razones.

1. Cuesta más que una entrada normal

El precio, el precio, el bendito precio. Dependiendo de donde te encuentres, ver una película en sala 3D demanda que dupliques tu presupuesto cinéfilo de la semana o, en todo caso, que lo incrementes considerablemente. ¿El gran beneficio? Darte el lujo de usar lentes 3D por el tiempo que dura el filme, para que a la salida pienses que es sólo una excusa para exprimirte los bolsillos y que habrías visto lo mismo en versión 2D y sin pagar tanto.


2. Es un distractor.

La historia que cuenta el filme puede ser todo lo atractiva que uno se pueda imaginar, pero ante la cantidad de efectos -que sólo se limitan a hacer que las cosas aparezcan cercanas o se desenfoque el fondo- la gente tiende a distraerse. Y si la película está subtitulada, uno tiene que decidir si leer los diálogos y concentrarse menos en los efectos, o hacer caso a los efectos y perder los datos importantes que contenga en diálogo.

3. Cansa.

En una proyección tradicional, la vista tiende a cansarse. Y ante los diversos elementos que nos ofrece la proyección 3D, ese cansancio tiende a intensificarse. Para quienes usan anteojos con medida, ponerse los lentes 3D puede ser una verdadera tortura porque, en efecto, no tienen medida. Si a eso le agregas el peso del artilugio y el hecho de que no se acomode a tu cabeza y nariz, pasarás un tiempo más incómodo que placentero.


4. La mayoría de estrenos en 3D no valen lo que cuesta la entrada.

¿Existe alguna película medianamente decente que se haya estrenado en 3D aparte de Avatar, Alicia en el País de las Maravillas, Up y Cómo entrenar a tu dragón? Pues no, a no ser que pienses que bodrios como Destino Final 4, San Valentín Sangriento y el remake de Furia de Titanes son grandes películas. ¿Acaso filmes llenos de efectos visuales como la trilogía de El Señor de los Anillos necesitaron del formato 3D para impresionar con sus logros técnicos y romper la taquilla? No, porque una buena historia no necesita de artilugios para sobrevivir en el recuerdo de los espectadores. Y aunque a muchos les pese, la realidad es esta: la gran cantidad de estrenos en 3D son de aquellas películas mediocres que buscan tener una recaudación más digna en la taquilla, porque en 2D no lograrían superar el presupuesto que se invirtió para rodarlas y no durarían ni tres semanas en el top ten.

¿Hay alguna otra razón para decirle no al 3D?

2 comentarios:

  1. Sólo me puse los lentes 3d para ver un libro de dinosaurios, aparte de marearme resulte viendo verde con un ojo y rojo con el otro,,,quizas Avatar necesitaba verla en 3d por eso me dormi,,ja

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  2. Disculpame amigo Fernando Aguilar pero la pelicula Avatar para mi si valió la pena verla en 3D, es mas pienso que no hubiera sido lo mismo si la veia en 2D y no sentí ninguna molestia en los lentes, y cuando salí del cine a los pocos dias había algo que me jalaba a verla de nuevo y me complací a hacerlo

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